Iniciar un negocio es difícil pero, la experiencia de muchos emprendedores nos dice que cerrar una empresa, es una decisión mucho más complicada.
Ante las muchas dudas hay un antídoto y uno debe aferrarse al mismo para no auto engañarse y evitar que las consecuencias sean lo menos dolorosas posibles: Si la empresa ya no es rentable y es poco probable que sea rentable en el futuro, la mejor opción es venderla o cerrarla y, con la experiencia acumulada, volver a intentarlo.
Los principales parámetros que nos pueden ayudar a ser conscientes de la realidad y tomar las decisiones correctas son los siguientes:
- No existen proyecciones de ingresos. Si no se obtienen beneficios y la liquidez escasea, lo más arriesgado sería apostar por solicitar un préstamo que agrande el endeudamiento o bien arriesgar el patrimonio personal.
- El negocio pasa factura a la salud. Si experimentamos cambios de humor, de peso, fatiga constante o sufrimos ansiedad, es recomendable evaluar si la empresa merece la pena.
- Los objetivos pierden brillo. ¿Hemos comenzado a olvidar el por qué lanzamos el negocio? Esto es definitivamente una señal de que la empresa se dirige hacia la zona de peligro.
- Los empleados clave abandonan el barco. Cuando el equipo que construimos comienza a irse o a desvincularse del proyecto. Eso es un síntoma de que ellos han visto el fin de la empresa antes de que tú lo hagas.
La actual legislación, dentro del ámbito de los mecanismos de prevención de la insolvencia ha creado para las PYMES herramientas para analizar la salud de las empresas, que son las llamadas alertas tempranas .
Las mismas consisten en criterios objetivos, que si se dan, supone que una empresa está en crisis, y ante ello o se busca una solución para salir de esa zona de riesgo, o debe cerrarse si no se corrige el desequilibrio.
Donde encontrar estas herramientas:
- El Gobierno del Estado pondrá a disposición de las pequeñas y medianas empresas un servicio de auto diagnóstico de la salud empresarial o solvencia y de asesoramiento personalizado para evitar la situación de insolvencia.
- Los administradores sociales podrán dirigirse al Registro Mercantil para que elabore un informe sobre la situación de riesgo de la empresa.
- Las patronales disponen de un servicio de alertas tempranas al que se puede acudir para determinar el estado de salud de una empresa.
- Por último, existen empresas privadas como Tortajada Advocats i Associats SLP, especializadas en situaciones de crisis empresarial, que pueden asesorarte para analizar cómo evolucionará una empresa, qué soluciones deben implementarse para corregir una ruta equivocada, cuánto tiempo tendrás antes de colapsar y, en el caso que ello sea inevitable, cómo cerrar ordenadamente sin consecuencias para tu patrimonio personal.